Friday, March 30, 2007

Un couple parfait



Dirigido por : Nobuhiro Suwa

Con : Valeria Bruni-Tedeschi, Bruno Todeschini, Nathalie Boutefeu, Louis Do Lencquesaing (de), Joana Preiss, Jacques Doillon, Alex Descas, Léa Wiazemski, Marc Citti, Delphine Chuillot Largometraje, Ficción, Drama psicologico

Idioma(s) de rodaje : Francés

Nacionalidad : Mayoritariamente francesa (FRANCE, JAPON)

Estreno en Francia : 08/02/2006

Duración : 1h 43mn 43s

Sinopsis

Tras varios años de convivencia en el extranjero, Nicolas y Marie están a punto de divorciar. Sin embargo, deciden ir juntos a Francia para la boda de uno de sus amigos. Nada más llegar, anuncian su separación, noticia que sorprende inmensamente a todos.



Del anterior comentario (Los caballos de fuego, Paradjanov) al nuevo (Un couple parfait, Suwa), del cine de poesía al cine de prosa, de la belleza sensual en las imágenes al rigor formal. Nunca he ocultado, pese a que algunas películas voluptuosas me atrapan, mi preferencia por el cine formalista y ascético. Será esta una de las razones por las que he disfrutado tanto con la última obra de Nobuhiro Suwa. Un couple parfait es una película fabricada bajo la dictadura del plano estático, con el que se muestra de manera crucial el modo en el que la situación del encuadre privilegia el espacio, como Suwa explica:

"Al principio traté de seguir el mismo procedimiento de M/other pero en algunas escenas teníamos que acercar mucho la cámara por lo que la situación dejaba de ser entre dos personas para convertirse entre tres, entonces me di cuenta de que eso no era lo que quería para esta película y decidí alejar la cámara, mantenerla fija y dejar que fueran los actores y no un determinado movimiento de cámara los que transmitieran la película."


"Dejando la cámara en un sitio se hace evidente su presencia. Eso es lo que la cámara ve. No me gusta fragmentar y grabar distintos ángulos y luego reconstruir en montaje, ni tampoco seguir a los actores. Eso genera la ilusión de que no hay cámara, no me interesa crear esa ilusión."


Son los actores los que con las salidas y entradas explicitan lo que vemos y no vemos, y dan importancia al sonido. El ejemplo perfecto lo tendríamos en la mejor secuencia del film, cuando en medio de una discusión de pareja, la puerta se cierra, y la cámara, colocada justo ahí, permanece grabando la puerta, solamente la puerta. El cine moderno se revela: alli donde el clasicismo hubiera cortado, la cámara permanece registrando el silencio, y entonces se materializa el milagro del cine: irrumpen reproches, el crujido de la cama al moverse alguien inquieto, de nuevo quejas y más reproches. La discusión continua, al menos por una parte, con un punto de resignación y renuncia, con palabras que traspasan el muro que separa a los protagonistas.

Esta manera de dilatar la secuencia es, segun el (críptico) filósofo y teórico del cine Gilles Deleuze, la marca del cine moderno: la subordinación de la imagen-movimiento, característica del clasicismo cinematográfico, a la imagen-tiempo. Un couple parfait, colección de estampas fijas, trozos de espacio y tiempo, hace visible lo invisible en situaciones de temporalidad pura. El tiempo cobra el protagonismo inundando la imagen. Fue precisamente Rossellini el pionero con su Viaggio in Italia, "la modernidad a través de las ruinas de un matrimonio"(Carlos Balbuena). Curiosamente, como Un couple parfait.

Pues efectivamente, no es casualidad. Del mismo modo que Suwa escogió la primera película de Resnais como punto de partida de H/Story, ahora toma la obra fundacional de Roberto Rossellini como materia prima y referencia sobre la que tender puentes: hablar del matrimonio y hablar del cine mismo. La coincidencia, como decía, no termina en la anécdota argumental (pareja descompuesta, viaje, encuentro con amigos) y también es puramente estética, en su autoconciencia de diálogo con la modernidad, por ejemplo: la visita al museo Rodin del personaje de Valeria Bruni-Tedeschi en contraposición a Ingrid Bergman y su itinerario moral por el museo de clásicos latinos. Una idea sugerente: la distancia que separa a Rodin de los escultores grecolatinos, la que separa a una pareja de franceses que residen en Lisboa en su viaje a Paris a principios del siglo XXI de una pareja de ingleses viajando por Italia a mitad del siglo XX, es proporcional y paralela a la que separa y une Un couple parfait de Viaggio in Italia, una distancia recorrida por el camino (o los caminos) del cine moderno.

Abandonando los anclajes formales y culturales, el tema de la crisis matrimonial ha sido siempre fecundo y ha producido grandes obras (Secretos de un matrimonio de Bergman, el film de Pialat Nosotros no envejeceremos juntos, Godard con El desprecio, Antonioni y La noche, etc.). Quisiera destacar el tono contenido del film de Suwa, los actores están fantásticos. Además, sabiendo que las situaciones son improvisadas en gran parte. El director, en una entrevista, habla sobre su método de laisir faire:

"En Perfect Couple hubo muchas conversaciones previas, los actores conocían muy bien su personaje. Yo no los controlé. Solamente les di una instrucción precisa con respecto a la actuación “ No tengan miedo al silencio”, les dije. A veces los actores creen que deben llenar los silencios, cuando improvisasn A mi me interesaban mucho los momentos de silencio."


Otro aspecto que resalta dentro de Un couple parfait es su naturalismo en la imagen, tan cercana en su iluminación y textura. Sin duda se debe al formato digital, que personalmente me entusiasmado. Para mi las dos alternativas que aprovechan mejor el formato son:

1- Cercanía estática: la de Un couple parfait o también Juventude em marcha. El digital genera una sensación de desnudo e inmediatez que el celuloide no puede alcanzar.


2- Cámara sombra: Sigue a los personajes cámara en mano, con movimientos de cámara bruscos y rápidos, creando un clima documental, próximo a la acción, completamente dentro de ella. Juego de texturas, formas y colores. Los mejores ejemplos serían INLAND EMPIRE de David Lynch y Miami vice de Mann.


Perdónenme por la digresión, y quédense con el nombre de Nobuhiro Suwa, que con pocas películas se está confirmando como una de las figuras del mejor cine en los últimos años.


P.D. En un principio no entendí y me sorprendió la ruptura estructural del film con la inclusión de dos primeros planos, uno de ella y otro de él, y la de un plano-contraplano. Después me acordé de Noël Burch y los "momentos privilegiados"; creo que rompen la distancia y quieren decir más. Yo no sé si hubiera recurrido a ello, pero ha terminado pareciéndome bien.

1 comment:

Daniel Quinn said...

Me parece apropiadísima para la pelícual la manera de filmar con esa cámara (casi) siempre estática. De esa manera tenemos la impresión de la presencia de la cámara, como dice Suwa, que al fin y al cabo es nuestro ojo, y nos convertimos así en voyeurs fascinados ante la intimidad de la que podemos ser partícipes.
Totalmente de acuerdo con el impresionante momento de la puerta cerrada y con el interesantísimo diálogo que mantiene la película con la gran obra de Rossellini.
Un saludo Carlos!